Descansa la semana
recostada en domingo
bajo una sombrilla cualquiera
acalorada por un aire
muy caliente de sol
Anduvo la mañana
fresca y cantarina
con trinos de alegría
hasta el mediodía
Hizo la siesta el día
en total silencio
hasta de la fuente
que el agua aquietó
La tarde se despereza
lenta y holgazana
sin más pretensión
que la de abanicarse
con la brisa suave
que espera la noche
que huele a jazmín
Precioso, me gusta y mucho que al final huela a jazmín.