Calor en la tarde

Calor en la tarde

Horas calientes de la tarde
que no refresca la brisa
cálida y desmayada
cuando se atreve a pasar
entre los rayos del sol.
Cielo de azul desteñido
sobre la tierra sedienta
que deja la hierba amarilla
quemada al final del día.
Reverbera en el agua
un sol brillante de oro
a punto de derretirse
casi como en un crisol.
Bandadas de aves
que van y vienen
y vienen y van
por el aire caliente
hasta el verde follaje
en busca de frescor.
el rumor de las hojas
suspende el silencio
y despierta el sopor
de la siesta estival
Lecturas tranquilas
a ritmo de abanico
bajo una pamela
y hamaca de hilo.
Cigarras sonoras
de cada verano
rechinan las alas
sin ningún descanso
hasta que se duermen
llegado el ocaso.
Noche de calor
sin dar un respiro
semeja una fragua
de un antiguo herrero.
El sueño nocturno
se muda de casa
está desvelado

Verano de ciudad

En la ciudad brillante
hoy vive un verano
demasiado caliente
Camino las calles
que suelen quemar
las blandas suelas
de mis sandalias
El sol es de fuego
sobre la piel
me tapo los ojos
con lentes oscuros
busco alguna sombra
bebo el agua fresca
camino despacio
igual que paseo
Verano sin tregua
ni siquiera lluvia
que refresque el día
tampoco a la brisa
que viene o que va.

Las tardes

Las tardes se alargan
la brisa es muy nueva
aunque es la de siempre.
Las tardes son bellas
con soles que calientan
siempre en Primavera.
Las tardes fragantes
de floridos jazmines
anuncian las noches.
Las tardes serenas
me piden a gritos
tu clara presencia.
Las tardes alegres
invocan tu nombre
que yo lo pronuncio.
Las tardes son suaves
igual que las sedas
que rozan mi piel.
Las tardes son nuevas
volviéndose tristes
si no me contestas
y me haces llorar.