Recién llegado 

Recién llegado

Acabo de verlo y quedé patidifusa. Tiene el aire de perdonavidas repeinado con gomina sin dejar el pelo muy estirado y favoreciendo un rizo en la zona frontal. 

Escucha a los tertulianos con una serenidad mentirosa dando sensación de seguridad altanera. 

Empieza a responder con desprecio y en cuanto le interrumpen, calla ipso facto y cierra los ojos con gesto de oír un ruido molesto.

Su discurso es típico; esgrime la defensa de la independencia catalana con aquello de que si no estamos de acuerdo no importa.

Porque nada tiene valor si no son los puros sentimientos que permiten desear sin dejar oportunidad a la razón. 

De apellido Rufián, imagino que esa pose política le salva de las burlas que quizás sufrió. 

También es pose ser independentista a ultranza, para arrastrar masas. 

Es un personaje antiguo, venido como un Mesías moderno. 

Le da lo mismo que se nos venga encima el ostracismo, la dificultad financiera, pobreza sobrevenida, fronteras y cualquiera de las plagas de Egipto …

Con repetir machaconamente el mantra de la independencia, llegará como Maná del cielo. 

En fin, es de desear que estos personajes se vayan a su casa después del 27S. Porque pase lo que pase, necesitamos cordura.  

   

Que no vengan 

Que no vengan 

Pero ya están aquí, pese a quien pese. Y tienen muy claro donde quieren ir. 

Huyen del terror yihadista porque prefieren vivir dignamente. Huyen de los bombardeos. Huyen del hambre. 

Huyen mientras puedan. 

Nadie podrá detenerlos, porque cumplen el aforismo «no se puede poner puertas al campo».

Además, tienen criterio a pesar de todo. Impelidos a buscar el futuro por si mismos, tienen derecho a elegir destino. Todo migrante elige, que no quiere decir que sea el lugar asignado por la realidad o en caso de los recién llegados por los cupos otorgados en la lotería europea. 

Ellos quieren trabajar, estudiar y vivir en paz. Saben que hay países con más posibilidades para todo eso y corren con verdadera desesperación. 

Los tres primeros países de la lista, Alemania,Francia y España, prefieren acoger a los sirios porque si se acaba la guerra ellos querrán regresar como ya lo aseveran. 

Estos países cobrarán mucho dinero de la UE mientras los tengan. Además, «saben» que en Siria frenarán la guerra y dejarán de ayudar a los rebeldes. Lo que se dice «volver al punto de salida «. Se equivocaron y punto. 

Hasta aquí una nueva forma de ser solidarios, puesta en práctica. 

A pesar de todo lo que hemos visto en las noticias, incluida la infame periodista, podrán ser bien acogidos. Es así porque ya estaba decidido. Que vayan pasando miedos, hambre e injusticias policiales y gubernativas, es parte del menú que les asignan. 

Porque en todo esto no importan cuantos niños, mujeres y hombres deban morir, enfermar y ser maltratados. Hasta se cuenta con las mafias, como un mal menor. 

Pero obviando a los privilegiados sirios, se quedan por el camino del acogimiento casi todos los demás. 

Son los parias de la Tierra que no merecen vivir, como se aduce, a costa nuestra. Aunque a nuestra costa destruyeron sus patrias.  

In crescendo

In crescendo 
Ayer pensé en quejarme a Telecinco por la escalada en las imágenes explícitas que creo no deben tener más objetivo que ganar audiencia. 

Ayer fue, sin alertarnos, enseñada una sesión de castigo a base de latigazos a una mujer y un hombre por adulterio. Terrible desde cualquier óptica, a la cual no estábamos habituados por cierto sentido de protección visual. 

Hoy ha sido peor, mucho peor con las imágenes del diminuto niño tirado en la arena de la playa, ya muerto. 

Otra vez emitieron sin avisar del horror que se nos venía encima. 

En primer lugar les quiero pedir compasión por los filmados y no jugar con el share ni con nuestras sensibilidades. 

Luego de este pedido debo comentar que quizás merecemos ver esas imágenes porque será la única forma en que tomemos conciencia de la tragedia. 

Ésta va in crescendo, tal como lo hace telecinco con sus noticias. 

Ya desayunamos, comemos y cenamos mirando desastres, de modo que estamos relativamente anestesiados. 

Ahora toca despertar en medio del horror con toda la fuerza de las imágenes. 

No puedo quererla

No puedo quererla
Esta Europa no es mía

esta Europa indigna

sorteando migrantes 

como loterías 

No existen personas 

los véis como cosas

molestas al millar 

en nuestras fronteras

Ni agua ni panes

ni trenes ni nada

que llegan sin llamar

Europa tan indigna

como vieja dama

niegas el refugio 

y te ves tranquila. 

No quiero a esta Europa 

no quiero quererla

con su subterfugio 

de ponerle puertas 

al campo europeo.  

Pequeñito mío 

Pequeñito mío
Desde que te vi inmóvil en la playa no he dejado de llorar.

Tres añitos mal vividos con el terror de la guerra. 

Ailán, chiquitín adorable, te metes en mi alma hoy dolorida. 

Cómo no llorarte a gritos si eres la inocencia viva. 

Llegaste a la playa traído por las olas misericordiosas. 

Tres añitos tristes que nunca supiste entender. 

Divino angelito podrás descansar, de viajes eternos que hiciste. 

Indignos adultos de guerras malditas te hicieron llorar. 

Malvados gobernantes aterrorizaron tus días y noches. 

Te imagino aferrado a tus padres metido en la barca imposible. 

Te lloro sincera y hasta rezo por ti a un Dios que no es mío.