Verano insoportable
Hay tanta ignominia y tanta desvergüenza, que este verano es insoportable.
Por más que cada mañana estival, da lo mismo quedarse en la ciudad o no, despertemos animados algo sucede en la vida pública.
En la desazón que nos invade, el verano ha dejado de ser la estación festiva. Nadie cree en sorpresas que no sean las facturas desmesuradas.
Quizás queden aún las fiestas de los pueblos reavivadas por Mor de la crisis que devuelve a las gentes a las vacaciones con sus mayores.
Vivimos tan al día que no podemos gozar de gastos sin control. Aquellas salidas felices en que solo decíamos al final,¿Cuanto debo? ya no hacen tanta gracia.
Si ves las noticias te llevarás algún que otro disgusto y si no las ves temes no saber algún desmán.
Descubres que en tu pequeña ciudad somos muchos, unos por no salir de vacaciones y los más por el desempleo.
Miras un rato en la tv la comparecencia de presidentes y gestores de banca y caes en la cuenta que han montado el espectáculo jugando a ser demócratas. Organizan ese Circo y los cuestionados dicen que no tenían responsabilidad directa porque eran meros Delegados de sus Gobiernos y acabada la reunión todos tranquilos.
Cada día tenemos más claro que hubieron demasiados paniaguados.
Cada día vemos que la Democracia puede generar monstruos si no la vigilamos.
Unos medran y los más se acomodan.
Debemos retornar al Gobierno más simple posible, desmontando todo el tinglado actual.
Ya no sirven la adscripción a una Unión europea ni a una moneda falsa.
Quedarnos con menos Instituciones caras como el inservible Parlamento europeo, por ejemplo.
Reiniciarnos y empezar de cero se hace difícil en esta sociedad caciquil y de Taifas. Tendremos que estudiar como salvar nuestra sociedad quitando de en medio a los deshonestos y corruptos.
Una primera cosa será nombrar por Referéndum a nuestros iniciales gestores sociales y del mismo modo las líneas a desarrollar. Sus sueldos deben ser necesariamente bajos para desanimar a los calculadores.
La religión es de cada familia y las escuelas serán públicas y laicas.
Enseñaremos a niños y jóvenes el valor de ser cultos para poder ser libres.
No habremos reconocido deudas financieras y nuestra vida austera la podremos combinar con buenos Servicios públicos.
Todos seremos responsables de respetarnos.
En definitiva tendremos que ser otros…